Hace un rato he visto una foto del Under Bridge que conecta Dinamarca con Suecia, y no he podido evitar recordar la sensación de cruzar el mar en tren. Ese tren. El que me llevó de Copenhague a Malmö.
Recordarlo es sonreír, porque en este post, escrito rápido a modo de actualización, no cuento la sensación que en cambio si llevo grabada en mi piel. Porque la vida son experiencias, cicatrices y vivencias. Y yo estoy feliz de lo vivido.
El tren que cruzaba el mar
This entry was posted on domingo, 23 de febrero de 2014. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.